2.3 TEORÍAS GERENCIALES
En el siglo XX no
interesó quiénes nacían siendo jefes, sino cómo hacer un buen gerente, por lo que
se dio más importancia a su comportamiento que a sus características de
personalidad.
Este enfoque se
dirige al logro de los objetivos (tarea) o a la atención y consideración hacia
las personas (relaciones humanas).
Estas teorías son básicamente para comprender el comportamiento de los
gerentes, ya que hay gerentes de tarea, es decir, aquellos que sólo se ocupan
de producir, producir y producir, sin considerar al personal que tienen a su
mando; y los gerente de relaciones humanas, que solamente se dedican a la
relación social y olvidan los objetivos de la organización en la cual están
insertos, del grupo o equipo que dirigen.
2.3.1 Teoría X y Teoría Y
En opinión de Douglas McGregor hay dos grupos de suposiciones de cómo las
personas se sienten motivadas para trabajar. En la perspectiva tradicional, la
gente considera al trabajo solamente como una cosa necesaria para la
supervivencia y lo evita en lo posible. Desde este punto de vista, conocido con
el nombre de teoría X, los gerentes deben ser estrictos y autoritarios porque
de lo contrario los subordinados harían muy poco.
Por su parte, los partidarios de la administración por objetivos tienden a
adoptar una actitud mucho más optimista ante la naturaleza humana, actitud que
se llama teoría Y: el hombre quiere trabajar y está ansioso por hacerlo,
obtiene mucha satisfacción de él en las circunstancias adecuadas y puede hacer
un buen papel. La administración por objetivos procura aprovechar esta
disposición y capacidad mostrando a los gerentes cómo crear una atmósfera que
haga que los empleados den lo mejor de sí y consigan el mejoramiento personal.
Suposiciones de la Teoría X y de la Teoría Y
Teoría X
1. El ser humano normal siente una aversión natural por el trabajo y lo evitará
en lo posible.
2. Casi a todos los empleados hay que obligarlos, controlarlos, dirigirlos y
hasta amenazarlos con el castigo para que pongan empeño en la obtención de las
metas de la organización.
3. El ser humano ordinario es perezoso, prefiere que lo dirijan, desea eludir
la responsabilidad, tiene poca ambición y quiere la seguridad ante todo.
Teoría Y
1. El consumo de energía física y mental en el trabajo es tan natural como en
el juego o en el reposo.
2. La adhesión a los objetivos depende de los premios asociados a su logro.
3. El ser humano ejercerá la autodirección y el dominio de sí mismo para
cumplir los objetivos a que se ha comprometido.
4. El individuo normal aprende en las condiciones adecuadas no sólo a aceptar
la responsabilidad, sino también a buscarla.
5. La capacidad de imaginación, ingenio y creatividad en la solución de los
problemas organizacionales se halla ampliamente distribuida en la población.
6. En las condiciones de la vida industrial moderna, las potencialidades
intelectuales del ser humano normal se están utilizando sólo en forma parcial.
La teoría X y la teoría Y simplifican demasiado la motivación humana. Nadie
está motivado por aspectos no monetarios del trabajo, ni tampoco es posible
hacer que todos los trabajos sean intrínsecamente interesantes y satisfactorios.
Este investigador pensaba que la división vertical del trabajo, la cual
caracterizaba a las organizaciones en el sistema burocrático, se basaba en
parte en un conjunto de suposiciones referentes a los trabajadores. En la
división vertical del trabajo, las actividades están especializadas por niveles
en la jerarquía gerencial. La planeación y la toma de decisiones se realizan en
los niveles superiores de la gerencia; en cambio, las decisiones las ponen en
práctica empleados de niveles más bajos. Si bien esta separación siempre ha
existido en cierta medida, aumentó con la aplicación de las técnicas de la
administración científica.
McGregor pensaba que muchos gerentes aceptan las suposiciones de la teoría X
acerca de los empleados de nivel inferior. Entre esas suposiciones se encuentra
la creencia de que casi todas las personas tienen poca ambición, desean la
seguridad ante todo y evita el trabajo a menos que se les obligue a realizarlo.
En esta perspectiva, se necesita una jerarquía organizacional formal y rígida
para que el gerente conserve su autoridad sobre los subordinados. Las
organizaciones estructurales alrededor de la teoría Y, dice McGregor,
satisfarían mejor las necesidades de sus miembros y utilizarían su potencial
más efectivamente. Esa teoría supone que el hombre obtiene satisfacción en su
trabajo, que desea el logro y que busca la responsabilidad. Tales
organizaciones conceden más independencia a los empleados, un papel más
importante en la toma de decisiones y mayor apertura en la combinación con
otros gerentes y entre sí.
2.3.2Teoría Z [2]
Los japoneses desarrollaron la teoría organizacional y administrativa, la que
William Ouchi ha denominado teoría “Z”.
Realmente, este enfoque gerencial nada o casi nada tiene que ver con la teoría
de McGregor; sin embargo, vale la pena analizarlo, ya que encierra una nueva
concepción acerca de la motivación.
Las principales características de la teoría “Z” son:
· Las empresas deben partir de la definición de su filosofía organizacional.
Por filosofía se entiende la identificación de aquellos valores últimos que
luchan por alcanzar la organización, y que a la vez son su razón de ser.
· Crear un ambiente de confianza plena, tanto entre los miembros internos de
una empresa, como con aquellas personas o instituciones con las que se
relaciona la organización.
· Predominio de la cooperación sobre la competencia en el ambiente de trabajo.
· Sustentar todo el quehacer organizacional en trabajos de grupo, tanto para el
análisis de los problemas como para la toma de decisiones y el trabajo diario.
· Para ser congruentes con los valores anteriores ideó una estructura
organizacional consistente en grupos autónomos de trabajo, a los que se ha
denominado círculos de calidad y que son la base del éxito de modelo de
desarrollo japonés.
· El personal trabaja de por vida en una empresa, a la que considera su propio
negocio.
· Buscar que el personal no se especialice, sino que pueda cubrir funciones
diferentes, esto se hace rotándolo en diferentes puestos, con ello se obtiene
una mayor visión de un conjunto.
· Tener el enfoque integral de la empresa. Lo importante no son las partes que
forman a la empresa, sino la totalidad de sus relaciones dinámicas.
· El ser humano es la base de la administración.
Este enfoque es practicado por compañías como IBM, Hewlett-Packard y
Dayton-Hudson, especialista en el comercio detallista. Una de las
características de las organizaciones tipo Z, tal como lo ha explicado William
Ouchi, es el énfasis en las habilidades interpersonales necesarias para la
interacción grupal. Pero a pesar del énfasis en la toma de decisiones, la
responsabilidad sigue recayendo en el individuo (lo que difiere enormemente de
la práctica japonesa, la cual insiste en la responsabilidad colectiva). También
se hace énfasis en las relaciones informales y democráticas basadas en la
confianza. Aun así, le estructura jerárquica permanece intacta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario